domingo, 4 de julio de 2010

LOS REDACTORES DEL FT SON DALTÓNICOS

Hace unos días, el Financial Times, una vez más (y van…), volvía a cargar las tintas sobre la situación de la banca española en un informe que, de nuevo como viene siendo habitual, estaba plagado de errores elementales (lo de decir que el Banco Popular es una entidad no cotizada es como parar mientes en el tipo de fuentes que utilizarán).

También como de costumbre, el dislate del rotativo británico desencadenó la consabida cadena de desmentidos y protestas, así como el socorrido expediente de volver a poner en negro sobre blanco la teoría más o menos conspiranoica sobre la conjura de los periodistas de la Pérfida Albión en connivencia con los del resto de las potencias anglosajonas (ya se sabe, en Barbarilandia las huestes de reporteros siempre andan al acecho en busca de su oportunidad de atravesar el limes y lanzarse sobre la civilización mediterránea).

Sin embargo, cabe una explicación mucho más sencilla; verán ustedes, el antaño prestigioso Financial Times es víctima de sus encomiables políticas de integración social, que vienen dando cobijo en su Redacción, gracias al acuerdo suscrito con la Seguridad Social Británica, a personas con diverso grado de minusvalía que también necesitan sentirse útiles.

Les pondré un ejemplo suministrado por fuentes bien informadas de este extremo. El cuadro de la derecha es una comparativa del apalancamiento financiero de grandes bancos de la Unión Monetaria y del Reino Unido elaborado hace unos días por Bloomberg.

Proceso mental del redactor tipo: Vaya. Parece que la banca alemana tiene un problema aún más serio de lo que parecía. Sus mayores instituciones copan la parte roja del semáforo. Ahora me explico las maniobras de distracción de su gobierno. Por lo que se ve, los bancos españoles internacionalmente activos están en una posición más que razonable. ¡Y el menos apalancado es un banco griego! A veces me avergüenzo de cómo manipulan la información algunos compañeros.

Proceso mental de un redactor de FT (oriundo de Bangladesh, un tipo voluntarioso, pero que apenas habla inglés, daltónico y con problemas de afasia): ¿Qué será esto de “leverage”? A ver… Así, a ojo de buen cubero y grosso modo (que tampoco están los tiempos como para hilar fino, ya me tiene dicho el director que me complique lo menos posible), los bancos alemanes están en primer lugar, luego viene un revoltijo de suizos, británicos y franceses, y a la cola, españoles y griegos. Pues será liderazgo o algo así. Le pediré a John el “Manual de Tópicos y Gracietas” y en cinco minutos tengo listo el artículo.

Fuentes fidedignas nos adelantan en primicia el próximo titular de Financial Times en un monográfico sobre nuestro país: “España: pedo, caca, culo, pis”.

* * *

Espero que me perdonen, pero a veces, resulta útil llevar las cosas al absurdo (por cierto, el cuadro de arriba sí es información veraz).

Cuando se habla (hasta el empacho) de mercados eficientes se asume, entre otras cosas, transparencia informativa. La situación, por desgracia, dista de responder a semejante esquema teórico. Hace ya mucho tiempo que los grandes capitales tomaron al asalto los medios de comunicación general, encargándose así de desactivar el Cuarto Poder para ponerlo al servicio de lobbies.

Con todo, el desembarco en la prensa económica ha sido incluso más salvaje. Si a eso unimos la querencia del ser humano por el dinero y la marea creciente de sensacionalismo (nunca había sido tan amarilla la prensa salmón), tenemos como resultado que medios que antes constituían todo un ejemplo de rigor, como FT o WSJ, hoy no se pueden leer sin cierto bochorno. Finalmente, la afirmación de Goebbels, Ministro de Propaganda del Reich, de que “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad” parece que ha encontrado seguidores aventajados. Lo cual, bien mirado, no es de extrañar en un mundo donde es más probable que un periodista acabe en la cárcel por hacer bien su trabajo que por dejarse corromper.

Cosas como la integridad, la imparcialidad, la obligación de difundir la verdad, contrastar las fuentes o distinguir entre información y opinión han pasado al ámbito de la arqueología. Y eso, a largo plazo, resultará mucho más dañino para nuestro ordenamiento socioeconómico que la crisis de marras.

Nota.- Si le ha gustado, le agradecería que hiciera un donativo a los que más lo necesitan, que no son los bancos. Corte y pegue en su navegador: https://secure.eacnur.org/06_02.cfm?modo=3

6 comentarios:

  1. Buenos días Perplejo:
    Es reconfortante saber que la impresión que tenía yo sobre la parcialidad del FT (el WSJ hace tiempo que mostró lo que era: amarilleo con formato serio)puedo ahora basarla en datos en mis conversaciones festivo-finacieras aquí en Alemania cuando me dan la tabarra de que si España no ha hecho sus deberes, que si el Santander está muy mal y esas cosillas.
    Ahora, has sido muy condescendiente con el redactor tipo del FT: Seguro que una persona como la que has descrito (a pesar de ser un tópico) podría hacer un mejor trabajo que un europeo "culto", bien trajeado y con supuesta educación racional. No, por desgracia las naciones empiezan a quitarse la careta y ha mostrar de nuevo lo que son: Westfálicas (fíjate), ya sea en el balonpié o en los mercados y eso que el capital no tiene nación, pero si hay que apoyar a alguno, que sea el banco con más sucursales en el pueblo. Los dislates del FAZ empiezan a ser de manual de periodismo. Y es que, en el fondo, hay mucha envidia pero en un mundo cartesiano admitir esto no es muy glamouroso, es mejor acuñar acrónimos simpáticos, a lo de pigs in the wind, que quedan estupendamente en la pausa del café aguado que gustan servir aquí.
    gensanta

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  2. Gracias por tu comentario (y por leerme).

    Tienes razón. Si lo escribiera ahora, el redactor del FT sería el típico individuo de impecable traje diplomático a rayas, pelo engominado e iniciales bordadas en su camisa (un misterio que nunca he alcanzado a explicarme: ¿necesitará esta gente recordarse quién es? Porque no creo que usen lavanderías públicas) de un blanco casi tan inmaculado como su cerebro. Tu atinada crítica en este punto viene a coincidir con la de un amigo.

    También estamos de acuerdo en que en esto de los mercados cada vez hay más "hooliganismo".

    Algunas cosas que puedes utilizar allá en la Germania (sólo para personas que se pongan pesadas y resulten maleducadas, esto del nacionalismo rancio no me va mucho) sobre la salud de la banca alemana:

    - ¿Por qué se resistirá tanto su gobierno a publicar los stress test (y eso que ha reducido casi a la mínima expresión su alcance)?

    - ¿Por qué en Alemania los auditan companías privadas (auditoras) que cobran por su informe y son susceptibles de corromperse en lugar de su banco central, como se hace en España?

    - ¿Cómo es que el Estado ha tenido que rescatar a buena parte de sus entidades mayores con una inyección directa de fondos públicos en su capital mucho mayor (incluso en términos de PIB) que el mero aval bancario en España - por el que además aquí les cobramos un jugoso 7,75% anual)?

    - ¿Por qué han cambiado las normas contables (con normas homogéneas, el flamante Deutsche Bank da pérdidas)?

    - ¿Cómo es que los funcionarios públicos admiten en informes oficiales que la gestión del riesgo en las cajas de los lander es "increíblemente incompetente" y que su situación de liquidez y solvencia es "preocupante en grado sumo"?

    gensanta sí.

    P.D.- Lamento profundamente lo del aguachirle infame que dan en llamar café por allá. Mi más sentido pésame. Acabo te tomarme un espresso a tu salud :-)

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  3. ;)siempre nos quedará un espresso o un cortado.
    Gracias por las ideas y preguntas que traduciré con tesón y dejaré caer en esas reuniones mundanas a las que asisten funcionarios que se creen muy listos (ya no hago ni caso de que me vean como azafata del Club Med).
    ¡Te seguiré de cerca perplejo, así que no dejes que la pereza se asiente!

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  4. Mucho ánimo con los germanos. En honor a la verdad, debió de ser difícil cohonestar el latín con una lengua bárbara. Y por si no fuera suficiente con el idioma (por cierto, mi sincera admiración por hablarlo, me parece de lo más complicado), tienen un himno que dice eso de "Deutschland über alles"... Supongo que uno se lo acaba creyendo, no es del todo culpa suya.

    En cuanto a lo de la pereza... No te prometo nada, ¡pero se agradece mucho el interés!

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  5. Me dice un amigo que el Financial Times Deutschland se rindió ayer al Santander y le dedicó un reportaje muy elogioso. Por si te sirve para esas reuniones mundanas...

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  6. Perpleja me dejas si el FTD ha decidido rendirse. Ahora mismo salgo en su búsqueda (espero que alguien en el trabajo haya empezado a enmarcarlo, digo el artículo, o, por lo menos, plastificarlo para cuando le den la lata, poder sacarlo cual DNI).
    Gracias por el apoyo logístico.

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